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QUÉ ES EL FENÓMENO DEL NIÑO?

 

“El Niño” es un evento climático que se genera cada cierto número de años por el calentamiento del Océano Pacífico.

 

Sus efectos son notables en el norte de la región Pacífica, y en los departamentos de las regiones Andina y Caribe. En el resto del país no se tiene un comportamiento claramente definido y el tipo de sus impactos depende de la intensidad del fenómeno.

Un Fenómeno del Niño suele extenderse por un año. Nace normalmente durante la primavera del hemisferio norte (marzo-mayo) y se disipa en la siguiente primavera. Por supuesto hay excepciones y algunos de estos fenómenos pueden tomar más (o menos) tiempo.

Entre las consecuencias más significativas, están las siguientes:

 

  • Se afecta la agricultura

  • Se limita la generación de energía

  • Se incrementan los incendios forestales

  • Disminuye el nivel de los caudales

  • En algunos lugares no hay agua, ¡ni siquiera! para el consumo humano

LA LLEGADA DEL FENÓMENO DEL NIÑO

Desde el 2014, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), viene advirtiendo sobre la inminente llegada del Fenómeno del Niño.

El Director de la entidad (en su momento) manifestó que se habían iniciado campañas pedagógicas explicando la forma en que el país debía prepararse para atender el fenómeno, de igual forma que se venían lanzado diversos comunicados invitando al ahorro del agua.

 

Se recordó que las lluvias se verían disminuidas en la época invernal, así como la sequía sería más intensa en las épocas de calor.

EL NIÑO EVOLUCIONA A CATEGORÍA FUERTE

En las semanas recientes (octubre de 2015) el IDEAM anunció que el Fenómeno del Niño evolucionaba a categoría fuerte.

Se presenta a continuación el comunicado/artículo emitido por la entidad.

"El fenómeno de variabilidad climática El Niño, se ha venido fortaleciendo durante los últimos meses; alcanzando la categoría de Fenómeno Fuerte, lo cual continuará incidiendo en el clima del país, principalmente, con una disminución en la cantidad y frecuencia de las lluvias, cercana al 60% para las regiones Andina y Caribe.

Según los análisis y observaciones recientes realizadas por el IDEAM, con base en los diferentes modelos de los centros internacionales de predicción climática, como la NOAA y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI), de Estados Unidos, se estima que El Niño continuará en lo que resta del año 2015 y se extenderá hasta el primer trimestre del 2016; en donde el fenómeno estará en su intensidad máxima y coincidirá con la temporada seca, o de menos lluvias, de comienzos de año."

 

Temporada de Lluvias

 

Históricamente en los meses de octubre, noviembre y mediados de diciembre, se presenta la segunda temporada de lluvias del año. Durante este tiempo, la cantidad y frecuencia de las precipitaciones es mayor en el territorio nacional y suelen estar acompañadas de tormentas y vendavales.

 

Sin embargo, El Niño impactará la temporada de lluvias, generando déficits que pueden ser superiores al 60%. Se debe aclarar que la llegada de esta temporada de lluvias no indica la finalización o ausencia de El Niño.

Teniendo en cuenta estas condiciones, la segunda temporada de lluvias que está iniciando, debe ser un momento de preparación para las comunidades y comités de prevención, para la recolección de aguas lluvias y una adecuada gestión de los recursos hídricos, en especial los presentes en humedales y cuencas hídricas.

El IDEAM recomienda a la comunidad en general, al Sistema Nacional Ambiental, al Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, a las autoridades nacionales, regionales y locales y a los sectores productivos, no bajar la guardia y continuar atentos a los comunicados que continuamente está emitiendo el Instituto y a mantener activas las acciones preventivas para reducir el impacto asociado a la influencia del fenómeno El Niño.

 

NIVEL DE LOS EMBALSES

La información se toma de los artículos publicados por el periódico La República y el Portal de Noticias RCN.

 

En 2014, el Ideam manifestaba que había preocupación por la inminencia del Fenómeno del Niño, de igual forma que advertía que el nivel de los embalses no era suficiente.

 

Omar Franco, Director de la entidad, manifestaba: “Los embalses que están en la Sabana de Bogotá están sobre el 53%, una condición baja para la época”. También se informaba que los embalses se habían reducido un 30% en relación con la capacidad registrada en 2013.

 

En Cundinamarca, el plan de contingencia se centró en la construcción de reservorios, y en caso extremo, la restricción en el uso de este recurso.

 

“Vamos a tener que restringir el uso para actividades de floricultura y para actividades productivas, agrícolas, ganaderas, y algunas industriales”,  agregó por su parte el Director de la CAR-Cundinamarca.  

 

Más recientemente, esto es en diciembre de 2015, se anunciaba el inicio de la época de sequía que iría hasta abril, y que en 2016 sería más fuerte por la incidencia del Fenómeno del Niño.

El Gerente General de XM (filial de ISA), informaba que el nivel de los embalses se encontraba en un 66%, lo cual era suficiente para enfrentar los meses venideros, pero en todo caso no debía bajarse la guardia. Por ejemplo, se anunció que los aportes hídricos que se hicieron en el mes de noviembre, uno de los meses más lluviosos, estuvieron en 63%, lo que está por debajo de los promedios históricos. 

 

De igual forma, el directivo manifestaba que las generadoras serían puestas a prueba en este período, ya que se esperaba que El Niño bajara los caudales dramáticamente. “Posiblemente 60% de las medias históricas, lo que generará un incremento de la generación térmica, para que cubra el 50% de la demanda”. Haciendo precisión en que la generación térmica además de incurrir en más costos era más contaminante.

RACIONAMIENTOS DE AGUA EN LOS MUNICIPIOS

 

Tomado de un comunicado del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.

 

Finalizando el mes de septiembre de 2015, Luis Felipe Henao (Ministro de V., C. y T.), manifestaba su preocupación por el reporte que presentaba al país dando cuenta de 210 municipios en que había racionamiento de agua, al otro día el registro era de 238 municipios a nivel nacional.

 

El reporte incluía los departamentos más afectados, siendo éstos: Cesar con siete municipios; La Guajira con 10; Huila 12; Bolívar, Cauca y Caldas con 14 cada uno; Valle reportaba 17; Magdalena 18; Boyacá 19; y Cundinamarca con un preocupante registro de 34. 

 

El documento también señalaba el déficit en las precipitaciones por causa del ‘Fenómeno del Niño’, en la región Andina era del 60% y en la Caribe del 70%. Se anotaba que la temperatura del país había aumentado en promedio 1,2 grados centígrados, siendo Ibagué (4,9 grados), Popayán (3,7 grados), Armenia (3,0 grados) y Cali (2,8 grados) los más afectados.

 

SITUACIÓN ENERGÉTICA ACTUAL

 

El contenido es tomado, entre otras fuentes, de la Revista Semana.

A raíz de la emergencia de 1992, el Gobierno posteriormente cambió las reglas de juego en la prestación de los servicios públicos y adoptó medidas para asegurar el abastecimiento energético, con la expedición de las leyes 142 y 143 de 1994, y la creación de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg.

 

Hace tan solo un par de años, los actores del sector dieron un relativo parte de tranquilidad respecto a la situación  del sistema eléctrico y las casi inexistentes posibilidades de un apagón. Entre estas intervenciones, se destacan las siguientes:

 

El Ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas (hoy Ministro de Hacienda), afirmaba que “el país ha hecho grandes avances desde ese momento (1992) hasta hoy, y aunque sería demasiado arriesgado hacer una afirmación categórica de que el país no tiene ningún riesgo, las posibilidades de que se presente algo así hoy son sumamente bajas”.

 

Por su parte, el director Ejecutivo del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Sector Eléctrico, CIDE, señalaba que “el futuro parece promisorio. El país puede tener una relativa tranquilidad sobre otro eventual apagón, porque hay una mejor planeación del sistema en su conjunto”.

 

Un alto directivo de una de las compañías del sector, quien vivió el apagón del 92 siendo Senador de la República, manifestaba que “la situación ha cambiado, pues hay mayor participación de la generación térmica, pero sigue siendo la hidroelectricidad la principal fuente de generación de energía. También hay más y mejores garantías para el sector”.

 

Pese a estas manifestaciones, hechas hace tan solo un par de años como ya se dijo; al día de hoy no se descarta la idea de que en Colombia podría haber un racionamiento de energía, aunque el gobierno insista en lo contrario. Se tiene por ejemplo al actual Ministro de Minas y Energía, Tomás González, quien ha descartado la posibilidad de un apagón.

 

Pero las condiciones del presente no pueden ocultar una realidad, y a pesar de que las circunstancias de hace más de 20 años eran diferentes a las actuales, existen coincidencias. El fenómeno de El Niño visitó el país en 1992 y, como ahora, se presentó con gran intensidad generando estragos. El sector eléctrico pasaba por una crisis estructural, como la actual, pues tenía insolvencia y por tanto no era capaz de atender la demanda.

En aquel entonces se advirtió que el ‘apagón’ era una dura experiencia que debía servir para tomar medidas preventivas. Sin embargo, en la actualidad la escasez de gas, el fenómeno de El Niño y los líos financieros del sector han vuelto a poner en la agenda la posibilidad de un racionamiento.

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